Tranquilidad, un lugar precioso, una playa vigilada, muchas conchas... ¿qué más se puede pedir? El parque es precioso, con árboles centenarios, barbacoas y mucha sombra. Hay un trozo de costa rocosa, así que trae tus chanclas si quieres explorarla. Las estupendas instalaciones, los bancos de picnic y el amplio aparcamiento contribuyen a que pases un día estupendo en la playa. No olvide traer su equipo de buceo.